El mundo está lleno de cambios, muchos de estos ocurren de manera rápida e inesperada, pero lo que es inevitable es que cada uno de ellos tendrá una consecuencia o efecto y sin duda alguna tendrá incidencia en la competitividad y sostenibilidad de los negocios.
El año 2016 estuvo marcado por grandes sucesos: incertidumbre, cambios económicos y políticos, miedos, nacionalismos por nombrar sólo algunos y esos acontecimientos y muchos más marcaron muchos de las dinámicas que vivimos en el mundo.
Las tendencias configuran una dirección particular en un intervalo de tiempo, las cuales corresponden a señales, alertas o a una mirada prospectiva del futuro inmediato.
Sin embargo, muchas veces, es difícil cambiar o vislumbrar nuevos horizontes a aquello que no nos genera insatisfacción y consideramos que la situación actual se vuelve replicable en el futuro, ignorando que las empresas no son per se estratégicas, sino que las personas son las que le dan esta condición cuando vislumbran cambios y reaccionan ante ellos.
Estar al tanto de las tendencias globales es un factor sumamente importante para mantener la competitividad de las organizaciones, generar valor, diferenciarse y encontrar rutas de innovación donde desarrollar o enfocar negocios para mirar al futuro con un poco más de certidumbre y prospectiva.
Por último, la cuarta revolución industrial invita a las industrias y a las empresas a desarrollar nuevas habilidades necesarias para el comercio y la operación de las organizaciones en la actualidad. El reporte de tendencias se convierte en un guía práctica para hacer más fácil la transición y comprender a los consumidores en su contexto, necesidades y expectativas.
2017 será un año complicado, pero lleno de oportunidades.
Estos son los 6 patrones para capitalizar oportunidades:
– Aceleración
– Redirección
– Divergencia
– Convergencia
– Reducción
– Ciclicidad
