Debido a la pandemia por el Coronavirus, muchas empresas han migrado a modelos de trabajo remoto, donde mantener y fortalecer la cultura organizacional se hace una prioridad para poder mantener los niveles de productividad. En este artículo les damos algunas claves para lograrlo.
Siempre que en Distilled comenzamos a trabajar con una empresa desde la definición de su estrategia, recalcamos la importancia de la cultura como la parte más importante del ejercicio. Incluso, dentro de nuestra metodología, hablamos que dos cuartos de la estrategia corresponden a fomentar la cultura. Puedes contar con la mejor estrategia de todas, pero si la cultura organizacional, los empleados y colaboradores; no están preparados para ejecutarla y darle trazabilidad, de nada habrá servido la formulación de esa «estrategia perfecta».
Debido a la pandemia por el COVID-19, muchas empresas han migrado a modelos de trabajo remoto, donde mantener y fortalecer la cultura organizacional se hace una prioridad para poder mantener los niveles de productividad. El hecho de que millones de trabajadores hayan ganado tiempo que antes destinaban al traslado hacia sus oficinas y ahora lo puedan emplear para estar con sus familias, o para actividades personales se vuelve un beneficio al que será difícil renunciar. Definitivamente no todo lo que trae la pandemia es negativo, el hecho de trabajar de forma remota también acelera el desarrollo de un pensamiento sistémico, en donde cada trabajador es responsable de sus actividades y la comunicación con los equipos debe ser altamente eficiente para no perder tiempo. Esta es una oportunidad de oro para que se deje de medir la productividad únicamente contra las horas trabajadas – o las mal llamadas «horas/nalga», pero también es una oportunidad para fortalecer la cultura de trabajo remoto, descubrir sus beneficios y fortalecer los resultados de la ejecución de las estrategias de sus empresas. En este post quiero compartirles 5 tips que les ayudarán a fortalecer su cultura organizacional, aún bajo escenarios de trabajo remoto.
1. Liderazgo visible.
Los líderes de las empresas y organizaciones deben ser visibles, aún en entornos de trabajo remoto. Es sumamente importante asumir un liderazgo responsable y guiar con ejemplo, para esto la comunicación es clave. No todos los logros en las empresas deben depender del líder, pero los líderes sí deben ser capaces de sacar lo mejor de cada trabajador y para esto se hace necesario ser excelente comunicando y hacerse presente para hacerlo. En el caso de la cultura, es sumamente importante saber comunicar el propósito de la empresa, el propósito del trabajo de cada empleado y lo que la organización está tratando de alcanzar (metas, objetivos y la estrategia misma).
2. Metas claras y trazables.
Para incentivar el pensamiento sistémico y fortalecer la cultura, es preciso dejar de ver la productividad únicamente en relación al número de horas trabajadas. Es aquí donde se hace necesario contar con un sistema de métricas (recomiendo los OKRs) para establecer objetivos retadores, pero alcanzables. Para esto es clave definir muy bien los roles de cada empleado. Las personas buscan trabajar, a parte del salarios para sentirse útiles. Por esto se hace indispensable ofrecerles herramientas a través de las cuales puedan darse cuenta que su trabajo sí está contribuyendo a alcanzar los hitos definidos y a un propósito superior. También cabe resaltar que la cultura sí se puede medir, indicadores relacionados a la vivencia de los valores y la forma en que se aplican en los diferentes equipos es una buena forma de hacerlo.
3. Reforzar los valores de la empresa.
Parte de una buena cultura organizacional consiste en poder generar comportamientos que son comunes entre los empleados, aquí es donde la dirección que aporta el líder se complementa con el conocimiento de los colaboradores y con la forma en que cada uno vive los valores de la organización. Por eso es importante destacar esta clase de comportamientos y socializar los aportes de los trabajadores al momento de vivir/accionar esos valores. Sí uno de los valores de la empresa es la empatía, por ejemplo, está bien resaltar la labor de compañeros de trabajo que estén creando espacios para empatizar con los equipos de trabajo o los segmentos de mercado. En entornos remotos, soluciones como Slack permiten crear canales exclusivos para el fortalecimiento de los valores y para visibilizar a aquellos empleados que los viven en el día a día. Generar espacios alternativos para compartir con los equipos de trabajo en torno a intereses en común o hasta clubes de lectura permiten fortalecer los valores y apropiarse de ellos para generar articulación y sentido de pertenencia.
4. Crea espacios de retroalimentación.
Hemos hablado de la importancia de tener un liderazgo visible, de comunicar claramente propósitos, valores y objetivos. También es importante, sobretodo en entornos remotos, establecer puntos de contacto para retroalimentar a los equipos. Saber dar feedback es un arte ya que a pocos nos gusta que nos digan que lo que hacemos se puede mejorar, pero es clave para generar cohesión y mejorar la productividad, tanto a nivel individual como colectivo. Una buena práctica consiste en limitar el número de reuniones diarias (propongo que sean máximo 2) y contar con espacios semi-obligatorios al finalizar la semana para socializar resultados generales y que los líderes puedan hablar con todos los miembros de sus equipos analizando los esfuerzos semanales y orientando hacia la mejora. Una clave para hacer esta tarea con sensibilidad, es pedirle a los empleados que sean ellos quienes identifiquen y socialicen las oportunidades de mejora, para construir desde esos puntos.
5. Fomentar la diversidad del talento.
Otro punto a favor del trabajo remoto es no tener que limitarnos por la geografía para encontrar talento. Hoy las empresas cuentan con oportunidades de incluir dentro de la nómina a personas ubicadas en cual quiere parte del mundo. Esto a menudo fortalece la diversidad de los equipos de trabajo. En Distilled, la innovación abierta permea todo lo que hacemos y hemos aprendido que, lo que tenemos en común nos junta, pero nuestras diferencias nos hacen más fuertes. Esta es la oportunidad para que las empresas también fomenten la diversidad en sus equipos de trabajo con talento de diferentes regiones del país o zonas del mundo. Esto generalmente conlleva a tener perspectivas más amplias e integrales para abordar los procesos y los retos propios de cada negocio. En el trabajo remoto, no pueden existir los límites geográficos y hay que aceptar que el mejor talento quizás no esté en la ciudad donde está la casa matriz de la empresa.
Finalmente, es importante reflexionar sobre los riesgos y oportunidades que puede traer el trabajo remoto. Pero debemos entender que es una realidad que seguirá estando presente en las empresas, aún después de la vacuna. Hoy es importante comenzar a fortalecer la cultura organizacional aún a distancia y entender que, para una transformación digital exitosa, la cultura es lo primero que debe estar a punto.
¿Qué actividades o buenas prácticas han empleado durante la pandemia para mantener a sus equipos de trabajo alineados a la cultura de sus empresas? Compartan en los comentarios.