Colombia enfrenta retos tan complejos como la construcción de la paz, la sostenibilidad ambiental, la prosperidad económica y quizá el mayor de todos: la cultura de corrupción. ¿Cómo podemos solucionar estos retos? A través de leyes e investigaciones académicas que se queden en el papel, o a través de un nuevo proceso participativo que involucre a todos los ciudadanos? Leer el artículo completo en La Silla Llena