Abordar la innovación como si estuviésemos en tiempos de crisis nos permite gestionar el caos y acelerar los resultados de los procesos de investigación y desarrollo.
En tiempos de crisis y caos damos prioridad la experimentación y nos abrimos a probar nuevas alternativas. Impulsados por la urgencia que generan los períodos de cambio y el deseo de diseñar soluciones de forma rápida, nos abrimos a nuevas oportunidades, descubrimos activos ocultos y rutas de crecimiento. Es importante que el sentido de urgencia siempre esté presente en la innovación, aún cuando no estamos en tiempos de crisis. Todas las empresas consideran que innovar es importante, pero a menudo el tiempo y el presupuesto que destinan para hacerlo refleja otra realidad. El sentido de urgencia en la innovación es clave para poder aprovechar oportunidades en los tiempos pertinentes y desarrollar ventajas competitivas sostenibles.
En Colombia, un grupo de WhatsApp que reúne a los Directores y encargados de la innovación en diferentes empresas servía para compartir información y tratar de articular a estos personajes. A raíz de la pandemia del Coronavirus, este grupo entró en modo de urgencia y, en tiempo récord, logró encausar varios esfuerzos para dar paso al proyecto conocido como Inspiramed desde el cual varias empresas comenzaron a trabajar juntas para dar solución a la falta de ventiladores (también conocidos como respiradores) en las UCI y así poder hacer frente a la ola de contagios en Colombia. No solamente se consiguieron los fondos, sino que se diseñaron 3 prototipos open source y a la fecha ya se encuentran en funcionamiento más de 96 ventiladores.
Este resultado nunca se hubiera alcanzado en el tiempo que se logró si no estuviera enmarcado dentro del contexto de crisis provocado por la pandemia. En tiempos de crisis nos abrimos a probar toda clase de alternativas porque cambian los hábitos de consumo y las prioridades del mercado. Al sentirnos perdidos, es natural intentar nuevas rutas, las que sean necesarias, en tanto nos den ese sentimiento de estar avanzando hacia un camino «correcto» que nos permita retomar el rumbo y llegar al destino planteado. Esto es básico para hacer gestión del cambio y gestión del caos.
También cabe anotar que, tanto la importancia como la urgencia deben hacer parte de la estrategia de la empresa frente a la innovación, permear la cultura y la forma de trabajar. No es lo mismo tener urgencia de innovar para alcanzar a la competencia que sentir la urgencia de innovar. La primera seguro nos llevará a fracasar porque no es la razón correcta para innovar.
La pregunta clave es cómo podemos inducir ese sentido de urgencia a los procesos de innovación empresarial para mantener un ritmo y un dinamismo que permita acelerar los resultados y aprovechar las oportunidades que surgen, antes de que se cierren esas ventanas que, sobretodo en la actualidad, suelen ser de tiempos muy cortos. A continuación les comparto 3 estrategias poderosas que rescato de mi experiencia como Consultor en Innovación tanto en grandes empresas como en PyMes y Startups.
Crea espacios de experimentación
Hemos mencionado bastante la experimentación en este post. Introducir cambios de forma drástica en las organizaciones puede resultar contraproducente, socavar la confianza en la innovación e ir en detrimento de la cultura. Los grandes cambios suelen ser resultado de pequeños pasos o experimentos. Crear estos espacios al interior de la empresa para poder adoptar nuevas reglas o formas de trabajar (con herramientas y metodologías ágiles), hace posible que incluso grandes organizaciones con estructuras rígidas puedan innovar al ritmo de una startup o un emprendimiento. Aquí la idea no es invertir grandes presupuestos sino asignar el tiempo, recursos y equipos pequeños a experimentos donde se puedan validar supuestos de forma rápida, para detectar cuáles de las rutas de crecimiento y áreas de oportunidad cuentan con mayor pertinencia estratégica y viabilidad financiera para la empresa. Programas de emprendimiento corporativo, intraemprendimiento o servicios como el de Startups as a service, permiten a las empresas explorar horizontes de crecimiento a largo plazo en menor tiempo, a menores costos y minimizando el riesgo y la incertidumbre.
Define muy bien qué vas a medir y mídelo
Dicen que lo que no se mide no se mejora. En la innovación y en el proceso para crearla sucede lo mismo. Es importante articular los esfuerzos en innovación a la estrategia global de la empresa y plantearse metas específicas – recuerden utilizar objetivos SMART, además sugiero los OKRs como un marco apropiado para dar trazabilidad y transparencia a los proyectos, a la estrategia y los esfuerzos realizados para alcanzar cada hito. Hay que diferenciar entre innovación incremental e innovación disruptiva, de esto también dependen los tiempos, recursos y los equipos de personas adecuados para cada tarea. Además de medir, resulta clave analizar s resultados para comenzar a capitalizar los aprendizajes de cada experimento. No todo lo que se pruebe resultará en un éxito innovador, pero todo lo que se haga genera experiencia e incluso puede llevar a desarrollar activos ocultos susceptibles de ser monetizados.
Democratiza la información e involúcrate
La innovación es un esfuerzo que se hará tangible de forma exitosa en la medida en que involucre acciones en ambos sentidos: desde la base hacia la cima (Bottom-up) y desde la cima hacia la base (Top-down). En relación a la última, es necesario democratizar el acceso a la información en la empresa y contar con un plan de comunicación adecuado que invite a los colaboradores y empleados a participar de los esfuerzos en innovación. Comunicar los objetivos y la estrategia de la mejor forma promueve la participación, el empoderamiento y el extreme ownership. Todos estos necesarios para aunar esfuerzos y lograr mejores resultados en los esfuerzos de I+D+i. A la hora de comunicar hay dos claves que funcionan bastante bien para articular equipos innovadores: trabajar con base en retos y compartir, no sólo la estrategia y los objetivos, sino también los resultados de los experimentos y sus análisis. Esto puede sonar fácil, pero en mi experiencia, las empresas fallan de forma temprana en la innovación porque no saben definir retos de forma correcta.
El último punto es involucrarse, para ello debemos entender que la innovación no depende de una sola persona o un Departamento. El feedback directo de los clientes o usuarios a menudo proviene de la interacción con nuestra fuerza de ventas y es importante que existan canales para recopilar esta información e integrarla a los procesos de innovación, pero también resulta muy poderoso involucrar a niveles directivos en calidad de embajadores de un proyecto o una idea; personas que sean capaces de conseguir recursos, movilizar esfuerzos y escalar resultados dentro y fuera de la organización.
Si estás buscando dinamizar la innovación dentro de tu empresa, te invito a que conozcas nuestro programa de Emprendimiento Corporativo o Startup as a Service. Estaremos atentos para acompañarte a hacer tangible la innovación, alcanzar tus objetivos estratégicos y desarrollar ventajas competitivas, propiciando espacios de experimentación y marcos ágiles para aprovechar tus rutas de crecimiento y áreas de oportunidad.